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El pasado mes de noviembre tuvo lugar la actividad final de la Red de Excelencia. En este seminario se discutió y reflexionó sobre el nuevo término de resiliencia aplicado en los estudios urbanos. En las actividades anteriores se trabajó sobre las dimensiones del cambio social, la escasez de recursos y la crisis económica y de cómo estas están afectando e incluso alterando la estructura funcional, económica y social de las áreas urbanas. En esta ocasión, el seminario tuvo un marcado carácter reflexivo mostrando cierto escepticismo sobre la capacidad del concepto de resiliencia en formular propuestas y soluciones a estos problemas y retos urbanos (ver vídeo de presentación aquí).
¿Qué es resiliencia?
La jornada abrió con un bloque introductorio, en el cual las ponencias se centraron en definir, explicar y finalmente reflexionar críticamente sobre el término de resiliencia. Este concepto procede originalmente del ámbito de las ciencias duras, las matemáticas y la ciencia de materiales.
La resiliencia desde la física
Mariano Vázquez Espí (presentación y vídeo)
Director del Departamento de Estructura y Física de la Edificación en E.T.S de Arquitectura, UPM
Mariano Vázquez Espí, profesor en el Departamento de Estructuras y Física de la Edificación en la ETS de Arquitectura (UPM), repasó los fundamentos de la resiliencia desde sus orígenes físicos y matemáticos. En el mundo de la física, el término de resiliencia se usa como sinónimo de resistencia; la resistencia de un sistema o materia ante trastornos en su estructura y que posteriormente sea capaz de recuperar su estructura o estado inicial. Esta definición enfatiza el aspecto del equilibrio. Según la carga que afecte a un sistema, este cuerpo puede tener más o menos equilibrio al amortiguar el golpe y, por ende, ser más o menos resiliente. Aunque en la física el término de resiliencia sea aplicable y medible, en las ciencias sociales éste se queda trabado en la ambigüedad y la contradicción, en parte por sus incongruencias epistemológicas. Ello queda confirmado al echar un vistazo a las definiciones de resiliencia que propone la RAE:
Resiliencia. Del ingl. resilience, y este der. del lat. resiliens, -entis, part. pres. act. de resil¯ıre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’.
- f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
- f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
La adaptación y la recuperación del estado inicial son procesos contrarios. En lo que sí coinciden ambas definiciones es que parten desde cambios de forma del sistema o material. La segunda definición es la más extendida en todos los ámbitos, también por su connotación de “deformación elástica”, es decir que se deforma sin que pierda permanentemente su estado original.
En este punto, entra en duda la aplicabilidad del concepto de resiliencia en un sistema social. La característica de elasticidad no es muy adecuada ya que, un sistema social es poco probable (e incluso en ocasiones poco deseable) que vuelva a su estado inicial tras una situación perturbadora.
Crisis y resiliencia urbana: Una visión crítica
Ricardo Méndez Gutiérrez del Valle (presentación y vídeo)
Doctor en Geografía, CSIC
Ricardo Méndez amplió la visión y el uso del concepto de resiliencia en los estudios urbanos. Reafirmó que, en las ciencias sociales, no existe el equilibrio estable y que la resiliencia en este ámbito, más que volver al punto de partida, sería el resurgir, la capacidad de renovación de un sistema social. En los estudios sociales al igual que urbanos, la resiliencia debe de ser entendida como la capacidad de transformación ante situaciones de crisis. Esta característica por muy positiva que pueda parecer tiene sus luces y sombras.
Proyectando el término de resiliencia en los estudios urbanos, se hace mayor hincapié en la capacidad de un territorio en recuperarse de crisis urbanas. Estas crisis son una situación cada vez más recurrentes y tampoco deben de considerarse fruto de la casualidad. En ellas se esconden procesos de urbanización y neoliberalización que generan y acumulan vulnerabilidad en ciertos territorios. La resiliencia se presenta en estos casos como una reacción de los territorios frente al declive urbano y a las crisis para reducir su vulnerabilidad. Esta idea de la resiliencia encubre dos premisas peligrosas.
- Que la resiliencia es una cualidad que debe de desarrollarse de manera autónoma por las partes afectadas. Es decir, la responsabilidad de reducir la vulnerabilidad recae en los territorios que acumulan esta vulnerabilidad y que están en peligro de declive.
- Que la resiliencia debería de evitar caer en la naturalización de ciertas situaciones de vulnerabilidad y de crisis. Es decir, no dar por natural o normal las crisis cíclicas y reflexionar sobre los procesos que generan estas situaciones de riesgo. La resiliencia se presenta como una respuesta a un síntoma y no a la enfermedad.
En este sentido, se enumeraron propuestas para revisar y reformular los principios teóricos de la resiliencia.
Una segunda reflexión se centró en el lenguaje académico en los estudios urbanos. Hoy en día los investigadores usamos numerosas metáforas para describir nuestras ciudades con las que aspiramos a entenderlas y explicarlas de manera más concisa: ciudad inteligente, ciudad global, ciudad dual, ciudad fragmentada, ciudad creativa, etc. Ciudad resiliente se ha sumado a esta lista. Sin embargo, se acentúa la ambigüedad del concepto de resiliencia aplicado en los estudios urbanos. Se trata de un concepto borroso e incluso nómada, tal y como advierte Ricardo Méndez, ya que se ha trasladado su significado desde las ciencias duras a las ciencias sociales sin considerar su aplicabilidad real en este campo. A parte de ello, se ha complementado el término con adjetivos variados para hacer hincapié en cada una de sus acepciones. El interés académico y las idas y venidas en buscar diversas definiciones han terminado banalizando este concepto, reduciéndolo a valores estadísticos o a un análisis incompleto de la realidad.
Bibliografía
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Metzger, P.; Robert, J. (2013). Elementos de reflexión sobre la resiliencia urbana: usos criticables y aportes potenciales. Territorios. Vol. 28, pp.21-40. Disponible online: http://horizon.documentation.ird.fr/exl-doc/pleins_textes/divers14-04/010061541.pdf
La resiliencia frente la escasez de recursos
Resiliencia, metabolismo urbano y territorio
José Manuel Naredo (presentación y vídeo)
Doctor en Economía, Profesor Ad Honorem, UPM
José Manuel Naredo comenzó su exposición con una pregunta: “Resiliencia, ¿para qué? Antes de discutir qué palabro es preferible usar, se debería de entender el funcionamiento básico de los sistemas urbanos y su metabolismo.
La resiliencia supone preocuparse por la buena gestión de las ciudades cuando el modelo inmobiliario es totalmente contrario, promoviendo la cultura del pelotazo inmobiliario y siendo insostenible para el metabolismo urbano. Los modelos urbanos que se imponen en la actualidad no son resilientes: 1. La polarización territorial, aumentando la degradación de un extenso espacio periurbano; 2. El urbanismo difuso y su consecuente superdestrucción del suelo; y 3. El estilo universal que desvincula la construcción nueva con el territorio. Todos estos modelos alimentan un funcionamiento específico de la urbe generando cambios en el metabolismo urbano. Crean ciudades dependientes de otras, generalmente subordinadas a las primeras, que requieren procesos de extracción de recursos y expulsión de residuos muy complejos para abastecerse. Sería imposible hablar de una ciudad resiliente sin considerar la red y el contexto en la que ésta se encuentra incrustada (embedded). Pensemos en los gaseoductos, el suministro de agua, la generación de energía. La ciudad de Madrid, por ejemplo, es el gran sumidero de energía y sería incapaz de generar toda la materia que demanda.
Sin modificar los metabolismos urbanos no se llega a la resiliencia. En parte, la buena gestión de las ciudades consistiría en crear nuevas políticas alternativas a las aplicadas hasta día de hoy. Entre otras, que fomentaran la conservación y uso del patrimonio construido, que incentivaran la rehabilitación y el alquiler, que penalizaran las plusvalías y la desocupación y que generaran normativas exigentes en sostenibilidad y habitabilidad. El problema de todo esto reside en que, lo resiliente sigue siendo lo políticamente difícil y lo insostenible lo políticamente fácil.
Estrategias frente a la escasez de recursos en los sistemas urbanos
Óscar Carpintero Redondo (presentación y vídeo)
Doctor en Economía, Universidad de Valladolid
En la actualidad nos encontramos ante un contexto un tanto desapacible. La expansión del sistema económico queda doblemente restringida por el pico de petróleo y el cambio climático. Esto obliga a pensar en estrategias de adaptación para favorecer la capacidad de hacer frente a estas perturbaciones (resiliencia). El campo de batalla de la transición serán las ciudades. Desde sus comienzos, las grandes transiciones han implicado un aumento notable de consumo de recursos. Siempre se piensa que la tecnología va a contribuir a la transición de las ciudades, pero será a partir del gasto y el uso de energía y materiales (efecto rebote). ¿Cómo enfrentarnos a una transición energética que requiere un gran consumo de recursos y de energía para ser realizada en un contexto de escasez de recursos y de cambio climático? En este sentido, nos encontramos en una encrucijada y en una trampa energética.
Ante este escenario crítico han emergido diferentes estrategias de reducción y transición energética como son los movimientos ciudadanos “Postcarbon Cities” y “Transition Towns” y los proyectos europeos e internacionales POCACITO (European Postcarbon Cities of Tomorrow). Estas iniciativas buscan lograr la transición desde una triple dimensión: ambiental, social y económica. Para ello, todas coinciden en actuar sobre el modelo de producción y consumo actual a través de prácticas urbanas a escala local: comercio local, economía circular y social, diseño urbano, participación ciudadana, etc. Estos proyectos también esconden una contracara y es que, para construir ciudades resilientes se requiere un gran consumo de energía y recursos que son extraídos de otros territorios. ¿Hasta qué punto es correcto construir ciudades resilientes a costa de otros territorios y cómo evitar este conflicto?
Capacidad territorial de la producción agroalimentaria en la Comunidad de Madrid
Nerea Morán Alonso (presentación y vídeo)
Doctora arquitecta. Surcos Urbanos
Nerea Morán se centró en hablar sobre resiliencia alimentaria y las posibilidades así como beneficios que supondría el cambio de un sistema agroindustrial a un sistema agroecológico en la producción y el abastecimiento de alimentos en la Comunidad de Madrid. El sistema agroindustrial, basado en el libre comercio, planifica la producción alimentaria a partir del monocultivo dejando graves secuelas en el territorio, como es la degradación y destrucción de suelo, contaminación y agotamiento de agua o la pérdida y la privatización de la biodiversidad. El sistema agroecológico se presenta aquí como una alternativa sostenible y tolerante con el territorio. Este se fundamenta en los principios de la soberanía alimentaria basado en prácticas agroecológicas para el abastecimiento de alimentos que garantizan el equilibrio territorial, generando beneficios ambientales así cómo culturales: cierre de ciclo de nutrientes, cierre ciclo de agua, variedades y razas locales.
Se presentó la situación actual de la capacidad territorial de la Comunidad de Madrid acompañado por una descripción de su evolución. No es desconocido que el sector agrario ha dejado de ser un pilar fundamental en la economía del país. La ocupación agraria ascendía en 2016 a 7.500 personas, 4 veces menos que en 1980. Además, de las 5.862 explotaciones agrarias registradas en la Comunidad, únicamente 271 son certificadas en ecológico. Esto supone un primer impedimento en la transición agroecológica ya que, “para comer de proximidad alguien tendrá que trabajar en el sector”. El análisis sobre el consumo mantiene que únicamente el 21% de los alimentos consumidos en la ciudad provienen de la Comunidad de Madrid y/o de las autonomías limítrofes y el resto procede de diversos territorios, ya sean nacionales o internacionales requiriendo un alto gasto energético en la cadena de producción. Las cifras del balance energético resultan escalofriantes ya que el 44 al 57% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del sistema alimentario. La expansión urbana ha reducido y fragmentado el suelo periurbano disponible para la producción agroalimentaria. Sin embargo, haciendo un buen uso y gestión del suelo disponible y re-territorializando su sistema alimentario, la Comunidad de Madrid lograría aumentar su capacidad de autoabastecimiento.
Bibliografía
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Carpintero, O. (2009). Burbuja financiera y deterioro ecológico: la necesidad de un cambio de modelo. Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, 105, pp. 69-80. Disponible online: https://www.fuhem.es/media/cdv/file/biblioteca/Conflictos_socioecologicos/Especial-WEB/burbuja-financiera-y-deterioro-ecologicio_O_CARPINTERO.pdf
Fernández Casadevante, J.L.; Morán, N. (2015). Raíces en el asfalto. Pasado, presente y futura de la agricultura urbana. Madrid: Libros en Acción. Disponible online: https://raicesyasfalto.files.wordpress.com/2017/09/libro_raices_en_el_asfalto-2ed.pdf
Gaviria, M.; Naredo, J.M.; Serna, J. (1978). Extremadura saqueada. Recursos Naturales y Autonomía Regional. Barcelona: Ibérica de Ediciones y Publicaciones. Disponible online: http://www.elrincondenaredo.org/Biblio-1978-Extremadura_saqueada.pdf
Morán, N. (2015). Dimensión territorial de los sistemas alimentarios locales. El caso de Madrid. Tesis (Doctoral), E.T.S. Arquitectura (UPM). Disponible online: http://oa.upm.es/39313/
Naredo, J.M; García Zaldívar, R. (2008). Estudio sobre la ocupación de suelo por usos urbano – industriales, aplicado a la Comunidad de Madrid. Convenio de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Disponible online: http://habitat.aq.upm.es/oscam/
Resiliencia de las ciudades ante las crisis de la economía global
Tratados de comercio internacionales, servicios y bienestar ciudadano
Cuca Hernández (vídeo)
Coordinadora de Attac España
Todos hemos escuchado hablar de los tratados de comercio internacionales como el TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) pero generalmente desconocemos los efectos económicos, ambientales, políticos y sociales que estos puedan tener sobre los estados y los territorios. La desinformación sobre los contenidos de los tratados entre la ciudadanía ha sido ampliamente criticada.
Cuca Hernández aclaró durante su presentación los contenidos de dos tratados específicos que garantizan a futuro normas mundiales favorables al capital: El CETA (Tratado de Acuerdo entre Canadá y la Unión Europea) y especialmente el TISA (Acuerdo de Comercio de Servicios). Este último podría cambiar literalmente la vida de los trabajadores y trabajadoras, consumidores y ciudadanos. El TISA se rige por las leyes comerciales cuyo principal objetivo es crear un mercado de servicios integrado a nivel mundial a través de la flexibilización laboral para facilitar el crecimiento económico en la nueva era digital. El resultado sería la precarización del empleo y la deslocalización de las fuerzas laborales. El empleado se consideraría como una “maquinaria de alquiler” quedando anulados sus derechos laborales y sociales.
Estos acuerdos transnacionales que pretenden expandir el mercado libre global transformarían y debilitarían la capacidad de los gobiernos a responder ante retos sociales, económicos y ambientales, en el preciso momento en el que, más que nunca, se requiere de innovación en las políticas públicas y de buena gobernanza. El marco jurídico de los estados quedaría invalidado ante las normas mercantiles del tratado, perdiendo así la soberanía sobre las decisiones políticas, ambientales y sociales.
Procesos de resiliencia y de destrucción de las áreas económicas en la ciudad de Madrid
Isabel González García (presentación y vídeo)
Doctora arquiteca. Profesora Ayudante Doctora, UPM
Es difícil acuñar conceptos únicos y universales que tengan por objetivo definir realidades muy complejas. Los conceptos universales muchas veces requieren de un adjetivo que matice las dimensiones del término aplicado a una realidad específica. Isabel González retomó las definiciones de resiliencia planteando una definición propia de “resistencia urbana resiliente”:
“Proceso de pervivencia urbana (para seguir viviendo a pesar del tiempo y de las dificultades) cuyo objetivo es satisfacer las necesidades de sus habitantes de forma colectiva y duradera en un estado de equilibrio inestable entre la adaptación (a las nuevas situaciones) y el conflicto (enfrentándose a los procesos destructivos).”
El modelo de construcción de la ciudad única ha creado territorios polarizados social y funcionalmente y ha dejado olvidada la periferia histórica industrial. Estas secuelas se visibilizan en el catálogo de barrios vulnerables así como en un estudio de detección de áreas de actividades económicas en la ciudad de Madrid. Los recursos y las funciones de la ciudad están repartidos de manera desigual en el territorio lo que produce dinámicas de vulnerabilidad en ciertas áreas. En este sentido, la resistencia resiliente debería de aspirar a construir ciudades integradas, inclusivas que busquen el reequilibrio centro – periferia y que recuperen la escala local a través de nuevos modelos de gestión. Los fundamentos de la ciudad integrada serían formas de gestionar los conflictos que aparecen por los efectos de la globalización y la crisis económica en las áreas urbanas.
Acceso a bienes y servicios en el Área Urbana de Madrid
Gonzalo Sánchez-Toscano (presentación y vídeo)
Arquitecto. Alumno de doctorado, UPM
La actividad económica ha sido un indicador clásico de variedad urbana y de centralidad así como un recurso básico en las urbes. En las últimas décadas hemos presenciado cómo el modelo urbano en expansión ha transformado la estructura del tejido comercial. La ciudad difusa ha generado una dependencia al vehículo motorizado para el acceso a bienes y servicios y simplificado el tejido hasta reducirlo a una gran superficie que aloja en su interior todos los establecimientos.
Esta dimensión urbana también se aborda desde la perspectiva de la resiliencia. La resiliencia comercial como la capacidad del soporte urbano para abastecer de bienes y servicios a la población en un entorno próximo, es lo que Gonzalo Sánchez-Toscano ha querido analizar para el área metropolitana de Madrid. El análisis se centra en visibilizar el número de locales accesibles en un radio de 500m desde cada manzana de uso residencial. Es interesante ver cómo la evolución del tejido comercial también plasma la evolución histórica de la ciudad. Una centralidad clásica y consolidada, seguida por pequeños focos de vitalidad comercial correspondientes a la periferia obrera de los 60-70-80 (ciudad industrial) y las repercusiones de la periferia moderna (80-90-2000) vinculada a las nuevas actuaciones urbanísticas de dispersión urbana.
Bibliografía
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Kelsey, J. (2017). TiSA. Juego Sucio. UNI Global Union. Friedrich Erbert Stiftung. Descargar aquí.
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Cambio social. Resiliencia vs. Segregación
La ciudad segmentada y el cambio social. Un proceso en proceso
Concha Denche Morón (presentación y vídeo)
Socióloga. Ayuntamiento de Madrid
Concha Denche nos acercó a la realidad de las periferias históricas de la ciudad de Madrid e introdujo un concepto para explicar los procesos de acumulación de vulnerabilidad en ciertos territorios; la ciudad sobrante. Madrid es una ciudad con intensos desequilibrios territoriales y con una geografía social desigual. Al noreste, los nuevos desarrollos urbanísticos donde residen las rentas altas, una centralidad disputada por el capital y los distritos periféricos del sur como la ciudad sobrante. Estos territorios son utilizados como contenedores de servicios y situaciones residuales en los que se acumula el conflicto y la vulnerabilidad. Vivimos una realidad social fragmentada que genera espacios residuales. Al capital le interesan fragmentos de la ciudad y los utiliza para su beneficio económico.
Hablar de resiliencia en este contexto de descohesión social resulta dudoso. Si resiliencia es volver a su estado inicial, la periferia no quiere volver a su estado de vulnerabilidad. Concha Denche explica que, para llegar a la resiliencia habrá primero que volver a pensar en la ciudad como un todo, un sistema complejo y no como fragmentos.
Nuevas dinámicas en la distribución socio-espacial en la ciudad de Madrid
Laura Picardo Costales (presentación y vídeo)
Socióloga. Alumna máster, UPM
En las últimas décadas la segregación social se ha convertido en una problemática que experimentan la mayoría de las ciudades y que, a nivel social y económico puede repercutir a los territorios. Esta presentación expuso un análisis de la evolución de la localización de dos grupos poblacionales socialmente diferenciados entre 2001 y 2011 en la ciudad de Madrid. En estos diez años, los grupos sociales más que concentrarse en áreas homogéneas se han dispersado y fragmentado en el territorio. El grupo social mejor posicionado socialmente incluso llega a residir en áreas históricamente vulnerables. Este análisis enfatiza tres reflexiones principales. 1. el impacto de las infraestructuras de transporte en la elección del lugar de residencia. Un efecto de la hipermovilidad podría generar la desconexión del lugar de residencia con el entorno barrial matando así la importancia de los recursos y servicios en proximidad. 2. el impacto de las intervenciones urbanísticas en la relocalización de grupos sociales. Y por último, 3. la segregación de proximidad que destruye el espacio social del barrio.
Las dinámicas metropolizadoras que experimenta la ciudad de Madrid (dispersión urbana, distancia social, movilidad, etc.) no se pueden considerar criterios de resiliencia. Pensar en resiliencia sin tener en cuenta su dimensión local en la que poder actuar y reaccionar no sería suficiente. De la misma forma, la resiliencia no será posible sin trabajar antes la cohesión social de la ciudad y de sus partes.
Bibliografía
Denche, C. (2008). Metabolismo urbano en las grandes ciudades: Madrid, el gran digestor. Sociedad y utopía: Revista de ciencias sociales. Vol.23, pp. 251-259. Disponible online: http://www.sociedadyutopia.es/images/revistas/32/32.pdf
Vale, L.J. (2013). The politics of resilient cities: whose resilience and whose city? Building Research & Information. Vol.42(2), pp. 191-201.
Ronda de comentarios y debate (vídeo)
Durante la jornada se han discutido diversas reflexiones sobre la resiliencia desde su dimensión conceptual y epistemológica hasta su aplicabilidad en los estudios urbanos. La amplitud de los temas tratados demuestra que el término de resiliencia se usa comunmente como un término comodín, flexible y adaptable a cualquier supuesto o situación que podría ser definido como «resiliente» – o no. Sorprende que las acepciones del término por la R.A.E. sean contradictorias entre sí y que además coincidan poco con las definciones anglosajonas.
El término de resiliencia, siendo utilizado originalmente en las ciencias matemáticas y en el estudio de sistemas ecológicos, ha sabido abrirse paso en las ciencias sociales. Sin embargo, en este nuevo campo la definición original no resulta ser muy apropiada para analizar el funcionamiento de los sistemas sociales o las sociedades. La resiliencia implícitamente asume como natural ciertas circunstancias de crisis y de situaciones adversas que puedan desestabilizar o debilitar los sistemas, convirtiendo en responsables de reacción a los sistemas afectados. En cambio, en las ciencias sociales no se deberían de naturalizar ni de asimilar como normal o casualidad las crisis sociales. Los estudios sobre resiliencia en sistemas sociales muchas veces olvidan buscar las causas de estas crisis y se centran únicamente en combatir sus efectos. Ésta es una orientación incompleta dentro de las ciencias sociales por lo que sería necesaria una revisión del término de resiliencia para su aplicabilidad en este área.