Este artículo ofrece un breve resumen de parte del trabajo de investigación de Marta Colmenares desarrollado dentro del MÁSTER UNIVERSITARIO EN PLANEAMIENTO URBANO Y TERRITORIAL del DUYOT. La autora abordó el análisis de los oasis del Valle del Drâa (Marruecos) desde la perspectiva de los servicios de los ecosistemas. Los oasis son unos ecosistemas sumamente frágiles y antropizados que históricamente se apoyaron en una cuidadosa gestión de los recursos. Como explica Marta Colmenares, la irrupción de nuevos modelos agrarios y de explotación agraria han tenido un gran impacto en el socioecosistema tradicional de los oasis.
Los Oasis del Valle del Drâa: consecuencias sociales y ambientales derivadas de las políticas nacionales de explotación del suelo
Autora: Marta Comenares. www.Terrachidia.es
Un oasis es un aislamiento espacial en un entorno árido y geográficamente alejado de grandes núcleos de población pero con una gran peculiaridad: la disposición de agua. Sin ésta, difícilmente los seres humanos hubiesen creado la vida que en ellos existe y que alcanza niveles de gran riqueza y valor, tanto en los aspectos biológicos como humanos, al crearse una cultura propia adaptada al medio. (Llovera; Seva; Hamdaoui, 2012). La estructura del oasis parte de un sistema agroecológico de los binomios agua/suelo, flora/fauna y tres estratos vegetales en la distribución de los huertos: a nivel del suelo se encuentran los cultivos de hortalizas, forrajes y plantas aromáticas/medicinales; en un segundo nivel se definen los árboles frutales y en el nivel tercero se hallan las palmeras datileras con sus diversas variantes. (Vargas LLovera, 2008). Las palmeras son uno de los elementos característicos más importante para los ecosistemas de los oasis, ya que proporcionan condiciones microclimáticas a otros cultivos, disminuyen la erosión provocada por la acción del viento y la evaporación a través de la sombra. (Heidecke, 2009). La vida de las poblaciones de los oasis del Valle del Draâ, al sur de Marruecos, se ha dirigido tradicionalmente a la lucha contra el avance del desierto y al aprovechamiento sostenible del agua. Su supervivencia, basada en la una economía de subsistencia ha ido siempre ligada a la explotación agrícola de las tierras fértiles. Los oasis se han configurado durante decenios en ciclos ecológicos cerrados y autosuficientes.
El parque agrícola marroquí se ha basado históricamente en un tipo de explotación comunitaria y micropropiedades de carácter familiar. Sin embargo, fue la agricultura el sector más afectado por la colonización (1912-1956), que se encaminó a edificar una agricultura de signo capitalista, monetaria y mercantil, destinada a satisfacer de productos las deficitarias metrópolis. Con la independencia, las políticas en busca del beneficio económico llevaron a desarrollar cultivos orientados al mercado exterior, y actualmente, de manera especial al de la Europa comunitaria. El objetivo de obtener beneficios a partir de la existencia de grandes mercados de exportación y de importantes economías de escala se impuso sobre la explotación agrícola a escala regional. Esto es lo que Guerraoui denominó la “forma capitalista de producción agrícola”.(Guerraoui ,1983) Ésta y otras políticas a gran escala, basadas en la mercantilización y desarrollo desigual han provocado grandes desequilibrios territoriales en Marruecos. Mientras que las grandes ciudades han sido las receptoras de grandes inversiones, lo que les ha permitido acumular recursos, las comunidades rurales del sur han visto roto su ciclo de autosuficiencia y dependen de la llegada de agua y alimentos para su subsistencia. Pero la amenaza no sólo viene determinada desde el punto de vista económico por la pérdida de capacidad económica de la población, sino desde el punto de vista ambiental, ya que el abandono de las tierras cultivables y la pérdida de superficie de palmerales ponen en riesgo el servicio ambiental que éstos hacen en la lucha contra el avance del desierto.
Los Oasis del Valle del Drâa. Recursos hídricos y políticas de desequilibrio
El río Drâa nace en la cordillera del Anti Atlas, en Ouarzarzate, y discurre durante 200 Km en superficie hasta llegar al desierto (Figura 1). A partir de ahí el río desaparece bajo la arena y recorre 600 km en dirección Oeste hasta desembocar en el Océano Atlántico. El curso superior del Drâa está marcado por sus altas masas rocosas donde se forman de desfiladeros y barrancos. Estas áreas limitan los oasis que se suceden en un desnivel total de 500 metros sobre el nivel del mar. Los palmerales están situados en la margen norte del río donde actualmente habitan unas 170.000 personas, situadas en pequeñas poblaciones. La capital de la provincia, Zágora, cuenta con 42.000 habitantes.
El 84% de la población de la zona es rural, cuya economía se basa principalmente en la agricultura de subsistencia y el turismo. Alejado de las grandes poblaciones de Marruecos, los Oasis del Valle del Draâ han funcionado históricamente como células independientes y autosuficientes, en una región donde la pluviometría es de menos de 200 mm3/ año, que se distribuye de forma muy irregular en el tiempo. No es de extrañar pues, que todos los aspectos de la vida comunitaria estén regidos y orientados por estructuras y principios cuyo origen está en la supervivencia en un territorio sumamente hostil y por lo tanto, en la búsqueda, reparto y aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos. Al igual que en otras regiones de Marruecos, el gran impacto en la vida de las poblaciones de esta región se produjo cuando, en 1972, se construyó el embalse Al Mansur ed-Dahabi que modificó los sistemas de distribución y acceso al agua. Este embalse situado en la provincia de Ouarzarzate, recoge las aguas provenientes del alto Atlas que alimentan el Valle del Draâ. Más allá de su función como un amortiguador en periodos de sequías y la producción de energía hidroeléctrica, el propósito del embalse fue el de distribuir el agua de manera más uniforme a los oasis y así garantizar a las poblaciones del sur el acceso al agua para el riego de sus terrenos. Sin embargo, desde 1990 las cuencas fluviales al sur de la cordillera del Atlas se han caracterizado por balances hidrológicos negativos y, debido a esta disminución de tasas de precipitación, a la alta evapotranspiración y al consumo de los recursos hídricos en las poblaciones del norte, las descargas de agua desde el embalse son cada vez más escasas e irregulares, y están destinadas principalmente a recargar los niveles de aguas subterráneos de los acuíferos bajo los oasis. (Ouhajou 1996). La construcción del pantano ha supuesto la eliminación de las inundaciones que, periódicamente, se producían en la región y que contribuían a la recarga del nivel freático. Además, el sistema de distribución de agua, construido con hormigón y cemento para evitar pérdidas, también impide que llegue agua al sistema subterráneo.(Escriche, 2010) Actualmente la presa Mansour Eddahbi abre sus puertas 4 veces al año para permitir el regadío en los Oasis del sur, lo cual resulta insuficiente para estas poblaciones. Lejos de garantizar el acceso al agua a las comunidades de los oasis del Valle del Drâa, la presa ha creado grandes desequilibrios en la región y como resultado de este proceso, las poblaciones de los Oasis del sur han optado por extraer el agua de los acuíferos poco profundos a fin de garantizar el desarrollo de sus producciones agrícolas. Desde la introducción de bombas de motor, el agua subterránea se ha utilizado cada vez más, lo que ha provocado que los niveles freáticos hayan descendido y que las concentraciones de sal de las aguas subterráneas se hayan incrementado debido a la sobreexplotación. (Ait Kadi 2002).
Las consecuencias de este fenómeno se traducen en la degradación de los recursos naturales y en la pérdida de cubierta vegetal en general. Más concretamente, la desertificación y el avance de las dunas se manifiesta por el avance del desierto en los palmerales, la pérdida de terrenos agrícolas, la pérdida de biodiversidad, la salinización del suelo, la disminución de los ingresos de los agricultores y el éxodo rural de las poblaciones hacia las grandes ciudades del país, principalmente a Agadir, motor económico de la región.
La población resistente de estos oasis ha visto transformada su actividad económica que se ha encaminado en las últimas décadas hacia el turismo, el cual se ha instalado como nueva forma de relación social con el medio natural y por tanto, como potente actividad económica. Las ciudades de la región son los puntos de partida de las rutas hacia el Desierto del Sáhara, que ofrecen una actividad alternativa y suplementos de ingresos para una gran parte de la población local y regional. Sin embargo, el desarrollo del turismo ha llevado también asociada una creciente presión sobre los recursos hídricos, donde el consumo de agua a favor de este sector aumentó entre 1982 y el año 2000 en un 461%. (Zainabi, 2003) Así mismo, el hábitat Rural del Valle del Draa ha sufrido un grave desmembramiento. En las principales ciudades del Valle, las características urbanas y económicas generalizadas en todo el país han penetrado en estas poblaciones que construyen su nuevo hábitat a base de técnicas, materiales y organizaciones comerciales que han perdido su carácter local, tales son las construcciones con hormigón armado, ocupaciones de suelo para usos no agrícolas, lotizaciones regulares del suelo, etc. Es decir, se ha pasado de una estructura de comunidad cerrada a una estructura abierta, donde administraciones locales, industrias y empresas locales han seguido el camino de la globalización. Todos estos factores por tanto, han provocado grandes desequilibrios en el Valle del Drâa, donde las comunidades del sur han visto roto su ciclo de autosuficiencia y dependen de estructuras supra regionales para su supervivencia. Pero la amenaza no sólo viene determinada desde el punto de vista económico por la pérdida de capacidad económica de la población, sino también desde el punto de vista ambiental, ya que el abandono de las tierras cultivables y la pérdida de superficie de palmerales ponen en riesgo el propio ecosistema.
Un oasis, por definición, es un paisaje antropizado donde las plantaciones de palmeras y un cuidadoso sistema de regadío para el cultivo lo mantienen en equilibrio. Ante el estado actual en esta región, con graves problemas de escasez de agua debido a que los habitantes han dejado de gestionar sus recursos hídricos, las poblaciones han desarrollado actuaciones encaminadas a la explotación del sector turístico como fuente de crecimiento económico. Sin embargo, la introducción de actividades exógenas al propio hábitat suponen una presión añadida sobre los exiguos recursos hídricos de tal magnitud que, lejos de mejorar sus condiciones de vida, está provocando la pérdida del paisaje agrario y por tanto, rompiendo su equilibrio interno, lo que puede llevar a su desaparición.
Bibliografía
AIT KADI, M.: “Irrigation Water Policies: Micro and Macro Considerations”. Agadir, Morocco, 15-17th June 2002. Disponible en internet en:
ESCRICHE, P.J. : “Las comunidades oasianas del Sudeste marroquí y la influencia del turismo e Internet: hacia la adaptación o la desaparición”.X Congreso Español de Sociología. Federación Española de Sociología. «Treinta años de sociedad, treinta años de sociología». Pamplona, 1, 2 y 3 de Julio de 2010. 22 p.
HEIDECKE, C. : “Economic analysis of water use and management in the Middle Drâa valley in Morocco” Institut für Lebensmittel- und Ressourcenökonomik der Rheinischen Friedrich-Wilhelms-Universität zu Bonn. 2009. 153 p.
GUIERRAOUI, Driss. «Spécificili el question agraie:».Lamalif, 146 (1983), p. 22-23
LLOVERA, M; SEVA-ROMÁN, E. ; HAMDAOUI, M.: “Cultura del Oasis y su relación con el abandono de los huertos por las migraciones: el caso de Figuig” en Bases ecológicas y culturales del oasis de Figuig (Marruecos)”.Madrid. Aecid, Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. 2012, pp. 1-13.
OUHAJOU, L. : Espace Hydraulique et Société au Maroc : Cas des Systèmes d’irrigation dans la vallée du Drâa. Thèse et Mémoire. Faculté des Lettres et des Sciences Humaines, Université Ibn Zohr. Agadir. Morocco.1996
ZAINABI, A. : “La Vallée du Dra : Developement Alternatif et Action Communautaire” enWorld Development Report 2003. Dynamic Development in a Sustainable World. Disponible en internet en :
http://siteresources.worldbank.org/DEC/Resources/16678_Zainabi.pdf
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